Se espera que los alumnos aprobados cuenten con los elementos mínimos con referencia a la materia estudiada, de tal manera que la capacitación se traduzca en práctica en el círculo de influencia de alumno.
El facilitador tiene la responsabilidad de identificar que la formación esté siendo pertinente y adecuada al alumno, a través de un seguimiento y feedback continuo en el aprendiz.
No perder de vista que se busca generar criterio, reflexión, análisis, hipótesis por lo que una homologación de pensamiento no significa lograr el estándar de
aprendizaje.
No se deben perder de vista estos elementos:
A. Información actualizada.
B. Formación de carácter.
C. Pertinencia.
D. Aprender generando pensamiento crítico-reflexivo.
E. Solución de casos.
Cualquier profesor, de cualquier materia, debe estar familiarizado con los pilares de la educación para poder alinear su práctica docente con las competencias que requieren sus estudiantes.
Pilar #1: Aprender a conocer (o aprender a aprender)
Aprender a conocer es el primer y más importante pilar de la educación. Marca la transición a una época en la que ya no se busca dotar al alumno de un determinado set de conocimientos con los que tendrá que apañárselas el resto de su vida, sino darle las herramientas necesarias para aprovechar las oportunidades de aprender a lo largo de todo su ciclo vital. Permite:
Ser protagonistas de nuestro propio aprendizaje y tomar conciencia de los procesos que lo acompañan.
Obtener una comprensión global y creciente del mundo que habitamos.
Entender la relevancia práctica y social del aprendizaje.
Razonar y tomar decisiones con autonomía.
Fortalecer el sentido crítico.
Despertar el amor por el aprendizaje y la curiosidad intelectual.
Ejercitar procesos cognitivos generales como la atención, la memoria y el pensamiento abstracto.
Pilar # 2: Aprender a hacer
Tiene que ver con transformar el conocimiento en acciones, destrezas o habilidades prácticas. No solo se trata de la capacidad de aplicar en el mundo real lo que hemos aprendido de la teoría, también implica una actitud positiva ante los retos y una búsqueda constante de formas más eficientes y novedosas de hacer las cosas, encontrar soluciones o resolver conflictos. Aprender a hacer también significa adaptar el aprendizaje a las demandas de la realidad, pero también a los retos sociales más importantes de nuestra comunidad.
En pocas palabras, aprender a hacer tiene que ver con un constante esfuerzo de responder a la pregunta: ¿Cómo esto que estoy aprendiendo puede ayudarme a mí y a mi comunidad a tener mayor bienestar?
Pilar #3: Aprender a vivir juntos
Convivir en armonía con los demás se ha vuelto más importante que nunca ahora que la globalización nos lleva a integrarnos con personas de distintas nacionalidades, culturas y formas de pensar. Incluso dentro de nuestra misma comunidad puede haber diferencias sociales que es necesario zanjar y abordar con proyectos colaborativos que busquen el bienestar común y dejan patente que lo que nos une es mucho más que lo que nos separa. En este tenor, el pilar de aprender a vivir con los demás apuesta por una enseñanza permeada por el trabajo en equipo, el civismo, la participación y, sobre todo, la empatía.
Pilar # 4: Aprender a ser
Este pilar busca el desarrollo holístico de la persona, no solo a nivel intelectual o cognitivo, también en su dimensión social, física, cultural, espiritual y artística. Aprender a ser significa que sabemos cómo cultivar de manera permanente nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestro sentido estético y nuestra personalidad de acuerdo con nuestros valores e intereses.
Pilar #5: Aprender a transformarse
Aprender a transformarnos significa que somos capaces de entender y movilizar los cambios individuales y colectivos que se necesitan para avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa, y sobre todo para hacer uso racional de recursos naturales que son limitados, comenzando con acciones en nuestra propia comunidad.